Entérate de cómo lacar puertas
Una puerta lacada puede aportar un estilo especial a un lugar, si de decoración hablamos. Es por eso que te presentamos la información necesaria para que sepas cómo lacar puertas y lo hagas por ti mismo.
¿Qué es lacar una puerta?
Lacar una puerta es básicamente recubrirla con barniz, o como bien dice su propia terminología, con una laca que contiene una cierta cantidad de disolventes particulares para que sequen sobre madera y le aporten una apariencia característica a la puerta.
Al estar terminado el lacado, la puerta adquiere un aspecto de brillo, suavidad y uniformidad. Además esta técnica aporta a las piezas durabilidad y resistencia, en cuanto a estructura física y el color, al paso del tiempo.
¿Qué debes saber antes de lacar una puerta?
Ahora sí, el segmento que has estado esperando, te enseñaremos teóricamente cómo lacar una puerta, presta atención a todo lo que mencionaremos a continuación. Ten en cuenta que no se trata de un proceso fácil.
Lo más recomendable es designar esta tarea, o si decides aprender, dejar que un especialista te guíe. Ahora si te sientes totalmente capaz de hacerlo por tu cuenta, toma tus materiales y comienza.
Otro aspecto importante antes de comenzar es que tengas conocimiento de que las puertas que se pueden lacar no son las de madera convencional sino las que han sido elaboradas con un tipo de madera llamada DM.
El material base de este tipo de madera es el aglomerado, el cual se forma de la mezcla entre resinas y distintos fibras de maderas. Es por ello que se adapta mejor al lacado este tipo de madera.
¿Cómo lacar una puerta?
Al tener tu puerta con el material indicado, debes seguir los siguientes pasos:
- El espacio que debes determinar para esta tarea debe ser cerrado, sin entrada de partículas de polvo.
- Lijar la superficie a fin de eliminar las asperezas, las rigurosidades o cualquier imperfección.
- Necesitas una herramienta especial para colocar el esmalte y que se dispare pulverizado, es decir, no se usan brochas ni rodillos.
- Aplicar varias capas de laca, teniendo en cuenta que entre cada capa debe haber un tiempo de espera para que sequen correctamente. La cantidad de capas será la de tu preferencia, según lo que quieras conseguir.
- La última capa es la más importante porque es la que determinará el aspecto y el brillo final de la puerta. Por ello es necesario que no exista ni una partícula de polvo en el lugar.
Quiero lacar una puerta antigua
Puede suceder que la puerta no sea nueva sino que tiene muchos años siendo utilizada y quieres recuperarla. Debes saber que es posible si está elaborada con el material que ya te hemos mencionado.
Los pasos a seguir son exactamente los mismos que te presentamos en el punto anterior, solamente que al tratarse de una puerta que tiene muchos años en uso podría estar más deteriorada.
Por esto es necesario que te encargues primero de todas las imperfecciones, que de seguro serán un poco mayores y profundas. Si tiene huecos, debes rellenarlos, lijar barnices anteriores, quitar todo tipo de manchas y golpes si los presenta.
Finalmente debes movilizarla a un sitio especial, donde no haya partículas de polvo y comenzar el proceso de lacado, con las capas de esmalte que creas necesarias para un acabado ideal y resistente.
Las ventajas de lacar estas puertas, tanto las antiguas como las nuevas, está principalmente en su aspecto y duración a lo largo del tiempo. Su limpieza se torna muy fácil por la textura de suavidad que presentan.
Igualmente se debe tener cuidado con los golpes fuertes ya que podría agrietarse el lacado.
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